Y en la distancia…
Mirando el sol caer,
te siento asomar,
como brisa suave del mar,
que en el anochecer,
hace crecer cualquier soledad.
Y en la distancia te veo asomar,
y en la distancia te veo asomar…
y es que he olido tu perfume al caminar
por la ciudad que no logras abandonar
pues el amor no es tan grande
como solía pensar…
si no, estuvieras acá,
sentado a orillas del mar,
cantando y besando las estrellas al pasar.
Y en la distancia te veo asomar,
y en la distancia te veo asomar…
y me pregunto hoy
¿Qué hago para olvidar?
aquel amor, que lloró por recuperar
y que en la estación de verano,
se quedo, para no volver a empezar.
Y en la distancia te veo asomar,
y en la distancia te veo asomar…
¿Es que aun te tengo acá?,
pegado en el corazón,
como estaca, que grita libertad,
pues es difícil olvidar y dejar todo atrás
sin antes cerrar
aquel círculo, cíclico que unió nuestros caminar.
Pues ahora agradezco, aquel ser humano
que me hizo despertar
de todo este cuento que invente para no llorar
pues existías en mí pensar
y es que arribaste sin consultar
aquella noche por soñar.
Autora: Melissa Ludeña Castro
Mirando el sol caer,
te siento asomar,
como brisa suave del mar,
que en el anochecer,
hace crecer cualquier soledad.
Y en la distancia te veo asomar,
y en la distancia te veo asomar…
y es que he olido tu perfume al caminar
por la ciudad que no logras abandonar
pues el amor no es tan grande
como solía pensar…
si no, estuvieras acá,
sentado a orillas del mar,
cantando y besando las estrellas al pasar.
Y en la distancia te veo asomar,
y en la distancia te veo asomar…
y me pregunto hoy
¿Qué hago para olvidar?
aquel amor, que lloró por recuperar
y que en la estación de verano,
se quedo, para no volver a empezar.
Y en la distancia te veo asomar,
y en la distancia te veo asomar…
¿Es que aun te tengo acá?,
pegado en el corazón,
como estaca, que grita libertad,
pues es difícil olvidar y dejar todo atrás
sin antes cerrar
aquel círculo, cíclico que unió nuestros caminar.
Pues ahora agradezco, aquel ser humano
que me hizo despertar
de todo este cuento que invente para no llorar
pues existías en mí pensar
y es que arribaste sin consultar
aquella noche por soñar.
Autora: Melissa Ludeña Castro